La televisión empezó siendo asunto de ciudadanos de posibles: a ser posible de derechas.
La televisión en España empezó cuando tocaba y porque tocaba. Y tocó a quien tocara que le tocase.
Como “Santo Grial” de la época, fue meta de muchos futuros.
Pero como futuro alcanzado estaba abonado a ser motivo de frustración.
Los futuros solo son “Santo Grial” cuando son presente contínuo.
La televisión empezó siendo un receptor:
-(Fausto Rodrigo) “En casa de mi tío tienen televisión”.
Y acabo siendo un IBEX 35 :
-(Almudenita Polanco) “En mi casa tenemos televisión”.
Y es por esta “pequeña apreciación” que la televisión como receptor, sigue siendo asunto de pobres; a los ricos no les importa que les defraude un “Santo Grial” meta de otros futuros.
Los pobres a base de querer alcanzar objetivos tienen un receptor de televisión para pobres en cada habitación. Con contenidos por y para pobres. Desde el programa matinal, pasando por el noticiero, llegando a los contenidos de la tarde y acabando en la programación nocturna. Sea en la cadena que sea. Las estatales lo suelen acompañar de lavado de cerebro subliminal para pobres; desde la publicidad a los “guiños ácidos de los megaestrellas de turno”.
Los ricos tienen solo un receptor de televisión, eso si; muy grande y acompañado de sofases blancos de piel de culo de mono albino. A veces pienso que para impresionar a algún pobre que se cuele en su casa, por ejemplo, para hacer una cosa tan cutre, como instalarle una antena de televisión.
La televisión en España empezó cuando tocaba y porque tocaba. Y tocó a quien tocara que le tocase.
Como “Santo Grial” de la época, fue meta de muchos futuros.
Pero como futuro alcanzado estaba abonado a ser motivo de frustración.
Los futuros solo son “Santo Grial” cuando son presente contínuo.
La televisión empezó siendo un receptor:
-(Fausto Rodrigo) “En casa de mi tío tienen televisión”.
Y acabo siendo un IBEX 35 :
-(Almudenita Polanco) “En mi casa tenemos televisión”.
Y es por esta “pequeña apreciación” que la televisión como receptor, sigue siendo asunto de pobres; a los ricos no les importa que les defraude un “Santo Grial” meta de otros futuros.
Los pobres a base de querer alcanzar objetivos tienen un receptor de televisión para pobres en cada habitación. Con contenidos por y para pobres. Desde el programa matinal, pasando por el noticiero, llegando a los contenidos de la tarde y acabando en la programación nocturna. Sea en la cadena que sea. Las estatales lo suelen acompañar de lavado de cerebro subliminal para pobres; desde la publicidad a los “guiños ácidos de los megaestrellas de turno”.
Los ricos tienen solo un receptor de televisión, eso si; muy grande y acompañado de sofases blancos de piel de culo de mono albino. A veces pienso que para impresionar a algún pobre que se cuele en su casa, por ejemplo, para hacer una cosa tan cutre, como instalarle una antena de televisión.
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