lunes, 12 de enero de 2009

CON LA MUERTE DE BOTELLONES

El tamaño de los tanatorios es directamente proporcional al volumen de personas que pueden pueden hincar el pico y multiplicado por el número de familiares que acudirán a ver al finado.

Esto es muy relativo. Como todas las estadísticas. En el caso de la del pollo, esa que dice que cada habitante del país. X se come de media un pollo a la semana, es fácil acertar.
Claro que después están los que no comen ni uno para dejar que alguien se coma dos y así dar por buenas las cifras de las estadísticas.


En el caso del tanatorio es de peor previsión. Tanto es así que, si alguna vez han tenido la triste experiencia de acudir a los servicios fúnebres de una ciudad de mas de un millón de habitantes, es más que probable que hayan tenido que oír expresiones como estas:

-“Chiquillo, que de gente si parece una macrofiesta de esas…”
-“Se dice necrofiesta, abuela, que no te enteras de nada…”



3 comentarios:

Anónimo dijo...

eso endeve de un funeral parece una pelea de gallos de esas que hacen los gitanos clandestinas,per o ay ya se sabe quien es el que va a perder.

Jobove - Reus dijo...

tu visita siempre será bienvenida
una saludo

ANABEL dijo...

Gracias por la invitación. Así, con gente educada da gusto...