lunes, 18 de mayo de 2009

NADA, NI POR ESAS, NI IMITANDO AL BENEDETTI



La blancura del rumor de tu susurro,
el compás impecables, predecibles tus risas,
imposibles sentidos; deseos nulos.

El verde tierno recién nacido,
el ansia libre, sujeta la fatiga,
inoportuna pena, arrinconado olvido.

La tiniebla de sombra, el tiempo contenido,
la rabia enrarecida,la luz que se derrama,
el vértigo instalado, castigo merecido.

Querer ser un poeta; tener la mente abierta,
siempre hecha la maleta y el corazón deshecho.

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