-Africano, para mi que ha venido de África directo semejante calor.
-¿De África dice usted?, y eso...¿Puede ser?.
-Se lo digo yo que conozco los calores como la palma de mi mano.
-¿De tan lejos? ¿Y no se enfría por el camino?
-No señor, los calores africanos son muy suyos y van haciendo vía sin prestar atención de nada ni dejarse mezclar con los calores de aquí. Igual que llegan pateras, vienen calores africanos, que Africa parece que está lejos, pero, le digo yo a usted que cada vez la traen mas cerca las mismas mareas y la propia idiosincrasia del eje magnético terrestre.
-¡Pues lo mismo van a ser ilegales estos calores!, que irrumpen en el clima propio de un país desplazando a la climatología autóctona hasta sabe dios donde.
-No sería de extrañar, querido amigo, que a estas alturas, nuestros calores estuvieran en las galias sembrando de desánimo a los vaqueros de la propia Normandía y dejando a las vacas sin una mala gota de leche, que esto de las cuñas anticiclónicas y los vientos hacen estragos entre la pobre gente de bien.
-Así se calientan los polos, por culpa de los calores africanos que lo empujan todo hacia arriba....Óigame, ¿Y los negros ahora tendrán un frío que pela?, a ver si será por eso lo de la inmigración...
-A mi eso no me lo pregunte, que solo conozco las calores, los fríos se le dan bien a mi señora, que siempre tiene el culo helao y los pies con sabañones.
-Oiga, pues a mi santa, que la tierra le sea leve, también le pasaba lo mismo en las posaderas, a lo mejor es que a las señoras la sangre no les circula bien por los glúteos...¿Y los pies fríos?, ¿No tiene su señora de usted los pies fríos?.
-Sí, pero eso lo hace a propósito para joderme los riñones con la excusa de que se los caliente.
-¿Y el culo?, ¿No le acerca a usted el trasero con la misma intención?
-¡Y a usted que le importa, caballero! Eso ya son cosas conyugales que hacen de mal decir y menos a usted, que es un viudo rijoso de alivio.
-No se ofenda ni me ofenda, por Dios, que no era mi motivo importunarle ni violentarle con mis cuestiones, que solo era un hablar por no hablar del tiempo, por cierto; ¡Qué calor, verdad usted!
-Africano, directamente del África, ¡si conoceré yo estos calores!
-¿De África dice usted?, y eso...¿Puede ser?.
-Se lo digo yo que conozco los calores como la palma de mi mano.
-¿De tan lejos? ¿Y no se enfría por el camino?
-No señor, los calores africanos son muy suyos y van haciendo vía sin prestar atención de nada ni dejarse mezclar con los calores de aquí. Igual que llegan pateras, vienen calores africanos, que Africa parece que está lejos, pero, le digo yo a usted que cada vez la traen mas cerca las mismas mareas y la propia idiosincrasia del eje magnético terrestre.
-¡Pues lo mismo van a ser ilegales estos calores!, que irrumpen en el clima propio de un país desplazando a la climatología autóctona hasta sabe dios donde.
-No sería de extrañar, querido amigo, que a estas alturas, nuestros calores estuvieran en las galias sembrando de desánimo a los vaqueros de la propia Normandía y dejando a las vacas sin una mala gota de leche, que esto de las cuñas anticiclónicas y los vientos hacen estragos entre la pobre gente de bien.
-Así se calientan los polos, por culpa de los calores africanos que lo empujan todo hacia arriba....Óigame, ¿Y los negros ahora tendrán un frío que pela?, a ver si será por eso lo de la inmigración...
-A mi eso no me lo pregunte, que solo conozco las calores, los fríos se le dan bien a mi señora, que siempre tiene el culo helao y los pies con sabañones.
-Oiga, pues a mi santa, que la tierra le sea leve, también le pasaba lo mismo en las posaderas, a lo mejor es que a las señoras la sangre no les circula bien por los glúteos...¿Y los pies fríos?, ¿No tiene su señora de usted los pies fríos?.
-Sí, pero eso lo hace a propósito para joderme los riñones con la excusa de que se los caliente.
-¿Y el culo?, ¿No le acerca a usted el trasero con la misma intención?
-¡Y a usted que le importa, caballero! Eso ya son cosas conyugales que hacen de mal decir y menos a usted, que es un viudo rijoso de alivio.
-No se ofenda ni me ofenda, por Dios, que no era mi motivo importunarle ni violentarle con mis cuestiones, que solo era un hablar por no hablar del tiempo, por cierto; ¡Qué calor, verdad usted!
-Africano, directamente del África, ¡si conoceré yo estos calores!
4 comentarios:
Y hablando de culos, ¿sabes el de aquella que tenía el culo tan grande que se fue a cagar al campo y se cagó fuera?
si....a aquella que la policía instó a disolverse porque pensaban que era una manifestación...
SI LOS NEGROS TRAEN LAS CALORES DEL AFRICA EN SUS NAVES HECHAS A CONCIENCIA Y SUPONIENDO QUE NO LLEGAR TODAS"MENOS MAL".
EN ESTOS DIAS QUE CORRER AHORA NOS DEBEN ESTAR LLEGANDO NAVES DE EXQUIMALES.
POR NO HABLAR DEL TIEMPO.
EL MACHITO
¿TE REFIERES A ESOS QUE ANTES ERAN QUIMALES Y AHORA YA NO LO SON?
ME TRONCHO
Publicar un comentario